domingo, 15 de febrero de 2009

Viernes 13... ¿tanto hemos cambiado?

Viernes 13 (fecha, no película), acudía yo tan contento con mi entrada en el bolsillo y mi camiseta de promoción a la sala del cine, rogándole a todos los dioses habidos y por haber que no hubieran cientos de makalis vociferando (ruego cumplido a medias, sólo eran unos 20). Me sentaba tan feliz en mi butaca de la sala 11 (en un estreno muy publicitado, curioso), retiraba la capa superior de palomitas de mi enorme cubo a sutiles lengüetazos, agarraba mi coca-cola de litro y comenzaba la película, Viernes 13 (no la fecha). ¿Y qué decir?

El sueño de todo friki onanista

Pues decir que Viernes 13 es un slasher muy logrado si... eeeh... vamos, respeta no digamos al original, más bien a partir de la tercera, esto... vaya, no es un remake, remake porque el prota como ya se ha visto en los tráilers es el propio Jason, no su madre, primero con su bolsa en la cabeza y luego con su máscara, pero vamos que... que vaya que está bien, ¿no? Digo yo, salen muchas tetas, muchas muertes... sale Jason... pfff... a ver, por partes.

Soy de los pocos mortales a los que le gustó el remake de la Matanza de Texas a cargo de Marcus Nispel, de hecho tengo que hacer un "pues a mi me gusta" dedicado a dicha película. Me pareció una cinta que respetaba bastante bien el espíritu enfermizo de la original, obviamente el impacto no puede ser el mismo, es IMPOSIBLE. Bueno, a lo que iba, confiaba en que el director coleguita de Michael "cómo-te-odiamos" Bay supiera hacer una buena entrega de una de mis sagas favoritas, no ya por calidad (reconozcámoslo, la mayoría de las Viernes 13 son pura basura) sino por puro encanto. Al fin y al cabo Viernes 13 ya era desde su concepción un plagio de situaciones y puesta en escena de Halloween y la citada Matanza de Texas. Para que nos entendamos, cuando hablamos de slashers y de lo que se repiten los esquemas, fue realmente Viernes 13 el primero en manejar todos los conceptos y llevarlos al extremo más tosco, efectista y EFECTIVO del mundo. ¿A dónde trato de llegar? Pues a que el señor Nispel contaba con una premisa fácil: "haz un slasher utilizando todos los tópicos del mundo, y además te dejamos el nombre y el protagonista de una de las franquicias más importantes del género". ¿Fácil, no? Máxime si tenemos en cuenta que, bajo mi punto de vista, el director en cuestión había demostrado buenas maneras en el género, ¿y qué ocurre entonces?

Dios, ¡¡cuánto te odio!!

Pues ocurre que, efectivamente, el guión de Viernes 13 ha sido vomitado por un generador automático de slashers. Le han dado al play y ha salido, han borrado con Típex las partes en las que se usaba el término: "Asesino enmascarado" y las han sustituido por "Jason Vorhees", y punto y pelota. Tenemos un prólogo larguíiiiisimo con tetas, tacos y machetazos y luego llega la película, repleta de tetas, machetazos y tacos... y sexo, drogas y alcohol. Vamos, un slasher con todas las de la ley: un bodycount elevadísimo, ubres siliconadas, el susto del gato (lo conté la friolera de seis veces), golpes de sonido, fotografía ligeramente sucia, personajes planos y de estúpidas decisiones, la vieja que avisa, el poli que no cree, la guarra, el pijo, el negro y sus chistes de negro, el redneck de podridos dientes y revista porno... Entonces...

¡¡¡¿¿POR QUÉ NO ME HA GUSTADO??!!!

¡Lo tiene todo! Tiene incluso el hecho de saber que estás viendo la puñetera Viernes 13 un Viernes 13 en el cine a las 12 de la noche, ¡¡y con palomitas!! Pues es que ni siquiera se puede decir que me aburriera, no, es que el tiempo que duró la película lo pasé en un estado de desgana impresionante. De vez en cuando me fijaba, de vez en cuando me aburría... no sé, que cosa más extraña por favor. Me resultaría fácil criticar la película comentando la inmensa cantidad de fallos que tiene, por ejemplo el hecho de que los protagonistas se teletrasporten por Crystal Lake y sus alrededores según convenga a la escena, pero es que no la quiero putear porque es un puñetero slasher llevado al extremo, lo que siempre me ha gustado, diversión sin pretensiones y reírme con los asesinatos, pero... ¿por qué no me ha gustado? ¡¡¿POR QUÉ?!!

Adoro esta imagen, en un futuro
Jason llevará oros y el sombrero del Barrio...

La solución creo que es sencilla, la película es lo de siempre, soy yo el que ha cambiado. He cogido cierta exigencia para con un género que exige (valga la rebuznancia) ser consumido "a tientas". Me he convertido en el tipo de persona al que siempre odié, ¡¡nooooo!!

... o también puede ser que la peli es mediocre, hombre, es menos rebuscado pero...


El frikikrítico puntúa: 5/10

domingo, 8 de febrero de 2009

Víctimas de Slasher a.k.a. "carne de cañón".

Buenos días, queridos alumnos, a nuestra segunda clase. Por favor, abran sus libros por el tema 2, página 14.
Comenzaremos explicando el párrafo de mitad de página titulado "estereotipos de víctimas de películas casqueriles".
Bien, al igual que los asesinos se clasificaban en varios grupos atendiendo a sus características físicas, motrices o estratégicas, las víctimas también pertenecen a varios estereotipos que generalmente se repiten a lo largo de la extensa filmografía que hoy nos ocupa, dichos estereotipos son, a saber:

El típico chulito del equipo de fútbol americano del instituto: Aaaah, ¿quién no recuerda al quarterback-soy-la-puta-caña-las-tías-me-adoran? Quien diga que no, miente descaradamente. Cachas, su espalda es un armario ropero de 2x2, preferentemente rubio y con ojos azules, uno de los más populares del insti. Pertenece a una hermandad cuyo nombre son tres letras en griego, (Alpha Pi Gamma, así, a boleo).
Casi siempre suele dar la casualidad de que es el novio de la jefa de las animadoras, y la suele tratar con la dulzura y el cuidado propias de una retroexcavadora. Dicha jefa de animadoras la trataremos en el siguiente punto.
No hay mucho más que contar de éste tipo. Musculitos y encefalograma plano, el perfil perfecto para hacer sufrir a los empollones a base de zancadillas, empujones, insultos y estiramientos de calzoncillo. Entre entrenamiento y entrenamiento viene bien relajarse, y los libros y él no hacen buenas migas, que digamos.
Su comportamiento bajo presión del asesino suele ser de aparentar no tener miedo, más que nada para que no afecte a su popularidad, pero siempre acaba dejando un frenazo en el calzoncillo y muriendo de la forma más humillante posible. Por chulo.


"El papel lo podría hacer yo mismo,
al menos, lo del encefalograma lo bordo"

La jefa de las animadoras. Si el primer sujeto era Ken, damas y caballeros, aquí tenemos a Barbie: Preferentemente rubia, con un cuerpazo, pompones, falda corta, y DOS neuronas, que encima patinan.
Sus máximas aspiraciones en la vida suelen ser: Seguir siendo jefa de animadoras, (que es, por lo visto, el colmo de la popularidad), y tener el polvo asegurado con el mastodonte de su novio. Tiembla desde tu tumba Einstein, aquí vienen las nuevas generaciones.
Suele rodearse del grupito de cutre-animadoras que todavía sueñan con ser como ella y que por consiguiente no merecen respirar su mismo aire.
Cuenta la leyenda que en alguna que otra película el guión fue tan exquisitamente elaborado que incluso se incluyó en la trama las supuestas conspiraciones de alguna cutre-animadora para causarle un "accidente" a la jefa y ocupar su puesto, pero también se dice que después la cabeza del guionista explotó por el sobreesfuerzo. Demasiada originalidad para un solo guionista de Slasher.
Su comportamiento bajo presión del asesino es más interesante que el de su novio, puesto que suele pasarse la mitad de la película colgando de su brazo, pero en el momento en el que inevitablemente se separan, suele mostrarse bastante independiente y tenaz, ya que suele saber escurrirse de los primeros ataques del asesino, y generalmente es más dura de pelar que su noviete, que suele morir mucho antes, lo cual no le supone a nuestra protagonista más de un sollozo y dos palabras: ¡¡¡(insert boyfriend's name here), NOOOO!!! Y punto pelota, luego ni me acuerdo de que tuve novio.

"Esto es la cumbre de nuestras carreras.
Chicas, ya nos podemos morir tranquilas"

El empollón de la clase: Inadaptado social, canijo, gafas de pasta, todavía con espinillas en la cara y que moja menos que un gato de porcelana. No obstante, suele ser un genio en algún campo concreto, (programación, hackeo de redes, electrónica avanzada, revistas porno...), y su sueño es tirarse algún día a la jefa de las animadoras, a la cual le suele tirar los trastos cuando su novio ya se encuentra criando malvas, (a eso se le llama aprovechar el tiempo, si señor), a lo cual la susodicha suele responder que no, (más bien un "que te den, jodido pervertido), tras lo cual a medida que avanza el metraje, la chachi-animadora se va dando cuenta de que a lo mejor el muchachete no es mal partido, ya que, por tal de darle gustillo a la concha fina suele bajar mucho el listón. Mucho, mucho, mucho, mucho, mucho. La muy zorra.
En semejante situación, nuestro empollón se crece ante la adversidad que supone la amenaza de un asesino en serie y le entra la venate de guardaespaldas. Coge un palo/trozo de cristal roto/bate de beisbol/cuchillo jamonero, pone cara de chulopiscinas y aguarda a que aparezca en escena el asesino, con un sólo pensamiento en la cabeza: "Aguanta Paquito, que si te cargas a éste hoy le doy mambo a la sardinilla".
Lo más triste es que probablemente sobrevivan ambos a la carnicería, (para mí es triste, porque después de lo que se lo ha currado el chaval, una vez fuera de peligro le van a dejar más tirado que una fregona vieja).
Este tipo no suele tener comportamiento bajo presión del asesino, salvo en contadas ocasiones como la que acabo de relatar, normalmente suele ser uno de los primeros en caer.
Su principal tarea suele ser recabar información en Internet sobre asesinatos previos en los alrededores, (como si sólamente él supiera manejar un ordenador, nos ha jodido), a mediación del metraje, luego suele soltar un comentario, o un chistecito en plan sólo-lo-puede-entender-un-geek-como-yo, y morir. Por triste.


"Una pirámide de Egipto fue lo más
parecido a una teta que he visto en mi vida"


El graciosete. Más bien el payaso. Suele ser el sustitutivo del empollón en las películas.
No suelen coexistir en el mismo metraje el empollón y el graciosete, ya que nuestro vergüenzaajenamómetro se dispararía hasta cotas insospechadas.
Suele fumarse sus porretes y meterse sus cositas durante las fiestras del insti, lo cual haces sospechar que no es gracioso de por sí, sino que más bien le pasó como a Obélix, pero con una marmita llena de LSD, y se quedó así "pa siempre", como el Luisma.
Ofreciendo drogas a nuestros protagonistas y soltando chistecitos con menos gracia que un bocado en los cojones, el graciosete suele ser el objetivo de nuestra ira, y deseamos que sea la primera víctima de nuestro asesino particular, a ver si, como es el primero, lo coge con más ganas y lo descuartiza prontito, que ya desde el minuto 2 están sobrando él y sus chistes de tetas.
Nos solemos pasar la película acongojados por el destino de los demás protagonistas, que (mas o menos) no se merecen morir tan jóvenes, sin embargo, con el graciosete es distinto. Es un personaje que intenta suplir su nula vida sexual con los chistes malos, que además no está relacionado con ningún personaje, con lo cual el que lo conviertan en daditos no le va a importar un carajo a nadie, se droga y encima trafica. Dan ganas de decir: "Jason, no te preocupes, déjame éste a mi, por favor".

Y por último, pero no menos importante, tenemos a el cámara. El chaval estuvo estudiando imagen y sonido, y como resulta que, oh sorpresa de las sorpresas, se ha comprado una videocámara para la excursión. Pues hala, a grabar arriba y abajo, cual mosca cojonera.
Suele producir vídeos "divertidísimos" junto con el graciosete cuando nuestros protagonistas encienden la chimenea o hacen alguna fogata, y cuando la película pasa a modo subjetivo, como si se estuviera grabando el film desde el punto de vista de la videocámara del chaval, los mareos pueden ser espantosos. Resulta que a este hombre le tiembla más el pulso que a Michael J. Fox metiendo los dedos en un enchufe.
La forma de morir de este individuo suele ser en vista subjetiva desde el objetivo de su querida cámara, previa caída de ésta al suelo, tras lo cual sólo se ven los pies del protagonista reculando lentamente, como intentando huir del acojone, luego el sonido de un machete cayendo, al cortar el viento, un par de gritos, un segundo machotazo en plan "deja de chillar como un gorrino ya, joputa"... y se hizo el silencio. Por fin.


"Éste puede ser el principio
de una bonita... gallarda"


Tampoco cabe destacar demasiado de éste estereotipo. Suelen hacer papeles de "secundario desechable" y suelen durar poco, muy poco. Y eso es de agradecer, porque me imagino que para marearse viendo escenitas de videocámara, ya tuvimos suficiente con "Rec".

No se olviden de que mañana preguntaré sobre lo que hemos visto hoy, y me deben traer para mañana una disertación de tres páginas como máximo contestando a las siguientes preguntas:

1 - ¿Por qué en los Slashers de instituto americano es tan importante la popularidad, incluso para dejar en tercer plano los estudios, (ya que en segundo plano se encuentra el follar como un descosido)? Desarróllenlo con sus propias palabras.

2 - Expliquen la teoría de la relatividad temporal, ¿Por qué los protagonistas aparentan tener el doble de edad de la permitida para estudiar en un instituto, y sin embargo siguen asistiendo? ¿falsificaciones de DNI? ¿repetidores compulsivos? Párrafo de 12 líneas como máximo, y cuenta para la nota final.

3 - ¿Por qué no aparece la policía por ningún lado? ¿por qué no funcionan nunca los móviles, o directamente ni los llevan encima? ¿por qué nadie sospecha de lo que está pasando dentro del instituto y da la voz de alarma a las autoridades? Respondan a esta pregunta para subir nota.

Buenos días y hasta mañana, queridos alumnos.