sábado, 20 de junio de 2009

5 minutos de furia (1ª parte).

WARNING: Post malrollista.

Niños, el odio es bueno. El odio te ayuda a liberar tensiones, evita que te vuelvas loco, y el odio (que no lo digo yo, que lo dice Yoda) te lleva al Lado Oscuro, y el Lado Oscuro mola. Mola que te cagas.
Por eso odiad todo lo que podáis, y así acabaréis rindiendo más en clase. De hecho, 9 de cada 10 médicos recomiendan tomarse un vasito de odio después de cada comida.

Odiad pues los bordes de plástico cortante de los "Flash-Golosina", que tantas boqueras nos ha fabricado desde 1986, castigando comisuras de labios a muerte y desfigurando rostros como el del Joker. ¿Que, que creías que el Joker se quedó así porque se cayó a un barreño de residuos radiactivos y por arte de magia solamente se le desfiguró la boca? Niños, os voy a contar la verdad, el Joker llevaba tomando Flash Golosinas desde los 7 años y así se le ha quedado la boquita, como la ranura de un buzón para tapas de alcantarilla, si existieran los buzones para tapas de alcantarilla. O algo.


No sé por qué, pero entre ambos veo cierto parecido...

Odiad también los "precios coma noventa y nueve" (léase ,99) que os toman por tontos, haciéndoos creer que un artículo que vale 29,99 está mas barato que otro que está a 30 euros pelaos (a ver, que técnicamente sí está mas barato, en concreto UN CENTIMO mas barato, pero joder, no seamos tiquismiquis, leñe) que, una de dos, o es que el artículo realmente estaba a 30 euros pero te lo quieren dejar un céntimo mas barato para que te ayude a pasar la crisis, que va a ser que no por dos razones, primera que al empresario le importas un carajo (que por no importarle, no le importas ni un carajo entero, yo diría que medio carajo solamente), y segunda, que un céntimo más al mes no te va a sacar de pobre, o que se crean que aquí somos de encefalograma plano y que en nuestro mundo de alegría, felicidad, elefantes rosas y lentejas que saltan del plato y te persiguen por el pasillo (esto último no es autobiográfico ¿eh?), creamos que 29,99 no son 30 euros camuflados, que son 29 euros, que a los decimales no les hacemos caso, porque no merecen vivir. Si es que viven. O algo.

Odiad las "contra-rebajas", que si a algo se le ha inflado el precio un 60% y luego lo han rebajado al 50%, no es que esté rebajado al 50%, es que te lo venden un 10% más caro, que con esto de la crisis se ve demasiada rebaja desorbitada. Recordad niños, que las únicas rebajas verdaderas residen en dos tiendas: Las que tienen un cartel de "liquidación por cierre", o las que tienen un cliente con una 9 mm. Parabellum en la mano y gritando mucho. A esos clientes les suelen hacer rebajas del 400%, sin ser clientes habituales, ni tener la Visa Oro Mastercard, ni tener descuento de empleado... mas bien tienen descuento de atracador.

Odiad la letra pequeña de los anuncios, que para poder ver su diminuto tamaño te obligan a comprarte una televisión de plasma de 40 pulgadas full hd 1080p con TDT de alta definición y un reproductor Blu-Ray para grabar el anuncio y poder pasar a cámara lenta unas letras que normalmente pasan tan rápido que le costaría leerlas al mismísimo Johnny 5, y que te advierten que la llamada te va a costar un ojo de la cara desde un fijo y hasta el ojo del culo si es desde un móvil, o que las ofertas que anuncian serán válidas si se cumplen varias condiciones, por ejemplo, que seas de las primeras 1000 llamadas que entren en centralita, que metas el brazo en la boca de un caimán hambriento, que superes las 12 pruebas de Astérix, o las tres cosas a la vez. O que directamente ponga "ficción publicitaria", o lo que es lo mismo, MENTIRA.

Odiad los tele-timos, que ofrecen unos pocos de miles de euros (ofrecer, que no dar) por adivinar cuántos euros aparecen en pantalla contando los céntimos que hay en primer plano, teniendo como fondo una foto de una top-model que se ve que tenía bastante calor o algo, donde como mucho, se puede sumar "5 céntimos, mas 20 céntimos, mas teta derecha... mierda, vuelta a empezar. 5 céntimos, mas 20 céntimos, mas otros 10 céntimos, uf, que culo tiene la jamona... ¡mierda! Vuelta a empezar...", o directamente te ponen los números encima de los culos de una selección femenina de fútbol en fila y vueltas de espaldas y te preguntan que cuanto suman. Joder, así no hay quien se concentre.
O si no, te piden que adivines una ciudad española que aparece en pantalla, y lo que se ve sobreimpresionado en pantalla es B_RCELONA. Un reto para mentes superdotadas, pero el caso es que nadie acierta oiga, se conoce que, como eran las 11 de la mañana, pues estaba la gente algo espesita de haberse levantado hace poco. Seguro que llego a llamar, y acierto. O se me pone un contestador automático que me dice que espere, que mi llamada va a entrar al aire y que mientras entra o no, que me va a pedir los datos, y que luego, pues que vaya contando mi vida, o que vaya haciendo un sudoku o algo, que normalmente las llamadas suelen tardar una media hora en entrar en directo. Uiisssshhh! que mala suerte que la tarifa de la llamada sea de 1,36 euros el minuto. Aun así creo que la segunda opción es la más probable.
Niños, no malgastéis el tiempo y estudiad mucho, que cuando seáis mayores sabréis contestar las preguntas de los tele-timos y podréis haceros ricos, ya que los geógrafos españoles de hoy en día no saben que cuidad de España contiene las letras B_RCELONA, ni los matemáticos españoles saben cuanto suman 5+20+10+50 cuando tienen de fondo a una tia buena en bikini ni cuantos triángulos hay en una pirámide contstruida con triángulos, porque se vuelven locos con la duda de si el triángulo que forman los distintos triángulos que hay dentro también cuenta como triángulo. La fama y la fortuna os esperan, aprovechad que estos programitas os lo ponen a huevo...

Odiad al jurado de los concursos de Misses, que preguntan a mala leche "qué sabes de mi pais. Rusia".

Odiad la cara untada de Nocilla de la rebanada de pan de molde, que siempre queda hacia abajo cuando se cae, obligándonos antes de comérnosla a limpiarla, desinfectarla y esterilizarla completamente del 100% de bacterias y hongos que puedan existir en la superficie de un suelo de cocina sin barrer de la única e infalible forma que conocemos: SOPLANDO UN PAR DE VECES.


"A mi no me miréis, que yo he aconsejado cosas muy raras,
pero tampoco os columpiéis, campeones."


Recordad chicos que el odio no nos hace malas personas, sino personas más listas, más consecuentes con nuestros actos y más conscientes de la realidad. Seguid mis consejos y seréis... yo que sé, odiadores profesionales. O algo.

Hasta luego y que sepáis que os odio, pero de buen rollo ¿eh?

3 comentarios:

  1. Sí señor ¡cómo nos libera el odio!
    odiemos también a los vecinos que siempre se levantan antes que tú para hacer ruido,odiemos a las dependientas que cuando entras en sus locales te miran con cara de seta y no saludan,odiemos todo en su conjunto cuando pones una peli que ansías ver desde hace tiempo y a la media hora de empezar comineza el retardo imagen-sonido de 5 segundos (arrggg!!!),odiemos la voz del Metro que dice "por motivos ajenos a metro,el servicio se encuentra interrumpido..." (extensible también a Renfe).
    En fin chicos,que ya me encuentro mejor y me voy a quitar los puntos de la boca (hace 5 días comí 3 flashes seguidos,uno de fresa,otro de mora y un último flash de lima limón,para una vez que me dejan los más ricos....!)

    Por cierto,siempre tengo problemas para dejarte un comentario y lo t6engo que hacer 4 veces antes de que el programa no me expulse,por eso también te odio...

    saludos

    ResponderEliminar
  2. Odio a Michael Bay... y a Tom Cruise, y a Christopher Lambert y a Keanu Reeves, y a tantos otros...

    ¡Qué bonito es odiar! ¡Y cómo odio esta sensación!

    Missterror, odiemos el sistema de publicación de blogspot, me apunto!

    ResponderEliminar
  3. Pues me apunto al asunto de odiar!!! Odio los Starbuks porque no me venden coca-cola (ni ningún otro refresco), odio que un niñato que no levanta un palmo del suelo me llame señor (me estoy haciendo mayor...), odio que me salga pelo en las orejas (muy mayor...), odio ir al gimnasio (por eso no estoy apuntado en ninguno), odio al camión de la basura, que siempre se decide a realizar su trabajo cuando acabo de poner una peli en el reproductor, odio la playa y el sol,y, finalmente, odio a los vendedores de ordenadores, que siempre te miran como si no tuvieras ni puñetera idea de nada... Qué alivio!!!

    ResponderEliminar

Sucios piratas dicen: