¡¡Pero cuánto racismo!!

Manda cojones. Lo digo sinceramente. Estoy de lo "políticamente correcto" y de la madre que lo parió hasta bastante cerca del peritoneo. El motivo de esta pequeñísima e instrascendente queja viene a raíz de las declaraciones de diversos bloggers y "gentes entendidas" sobre la grandísima dosis de racismo que demuestra el futuro Resident Evil 5; es para cogerlos a todos e inflarlos a collejas, directamente.

RE4 fomentando el racismo contra gigantes

El motivo de tal queja, al parecer, es que la nueva aventura del universo de Umbrella and company se desarrolla en África, y claro, en África hay africanos... y claro, la inmensa mayoría de los africanos son negros. ¡¡He dicho "negro"!! ¡Mándenme a la cárcel! Uno se plantea cientos y cientos de cuestiones acerca del rechazo de la comunidad negra a este videojuego, pero la principal y la que supongo que cualquier persona con dos dedos de luces se ha formulado: "Pero que me estás contando, ¡si son zombis!" Y es que, efectivamente amigos. O bien los negros que el personaje de RE5 va a acuchillar, disparar, incendiar, despeñar y descuartizar son zombis (la saga RE, excepto RE4) , o bien son personas sometidas a control mental por un parásito (RE4). Eso debería bastar para eliminar cualquier cliché racista, ¿verdad?

RE Némesis fomentando la destrucción de mobiliario urbano

Pues no, al parecer no es suficiente. En una sociedad en la que decirle a una mujer: "¡guapa!" puede acabar con tus huesos en la cárcel, disparar a un señor poseído por un espíritu demoniaco, un parásito demoniaco o un virus demoniaco está bien visto... pero si ese señor no tiene entre 20 y 30 años, es de clase media y blanco, la cosa puede ser peliaguda.

RE4 fomentando el racismo contra españoles y señores con sombrero

Pero bueno, puedo decir lo que me de la gana que posiblemente no convenza a nadie del esperpento formado a raíz del "trato racista" de RE5, creo que es mejor que ponga las declaraciones de una señora que escribe en un blog africano, atención porque no tiene desperdicio.

"El nuevo videojuego de Resident Evil pone a un hombre blanco en lo que parece ser África matando a gente de color. La gente de color son supuestamente zombies y el trabajo del hombre blanco es acabar con ellos y salvar a la humanidad. Esto supone un problema a muchos niveles, incluyendo la representación de la gente de color como salvajes inhumanos, un hombre blando vestido de militar matando a gente negra y el hecho de que este videojuego se venderá a niños y adultos jóvenes. Que empiecen jóvenes... a temer, odiar y destruir a la gente de color".

Oleeeee...

Lo mejor de todo es que este blog no se queda solo y han surgido varias voces apoyando la idea de esta señora (o señorita). ¡Ojo! Que no digo que su opinión no sea tan respetable como cualquier otra (sólo falta que me tachen de racista...) pero es que la idea de imaginar a un grupo de diseñadores creando un mundo plagado de zombis negros con la gran raza aria como única solución, me resulta tan irrisoria... y atención, que si así fuera no tendría nada de malo. Se trata de imaginativa, de un videojuego, existe una cosa llamada CONTROL PARENTAL y además, si un chaval es inacapaz de discernir realidad de ficción no es problema de Capcom o de Square, es que el chico está zumbado y va a acabar explotando por algún lado tarde o temprano.

RE1 fomentando el racismo contra humanos blancos despeinados

Resumiendo, que "lo políticamente correcto" me da una grima terrible, que todo tiene un límite. Darle de yoyas a un tío por ser negro obviamente es despreciable y merece la repulsa de cualquier persona con dos dedos de frente. Darle de ostias a un chaval por ser gordo ídem de lo mismo. Zumbar a un colega por ser blanco, tal que tal... pero por favor... desarrollar un juego violento en África y llevarse las manos a la cabeza, me parece una total falta de respeto y de un alarmismo ESTÚPIDO que acojona. Por cosas como estas los movimientos anti racismo se toman a coña en muchas ocasiones, y es lamentable.



VIDEO: Tráiler del E3, extendido, de Resident Evil 5. ¡Qué pintacas!