Personajes odiosos (primera toma)

Una vez presentado, y una vez iniciada mi andadura en la blogosfera, quisiera publicar mi primera entrada sobre algo que siempre me ha atraído y aterrado (como Aquella Casa al Lado del Cementerio... vive Lucio Fulci), son los... (redoble de tambores)

¡¡PERSONAJES ODIOSOS!!

Si señor, esos especímenes que pululan por series de televisión, películas y demás material audiovisual de culto. Ejemplos tenemos muchísimos, y para no nombrarlos sin extenderme en el desarrollo (y quedarme así sin material más adelante) comenzaré analizando a uno de los más terribles personajes, vomitivos, pesados y sin duda, odiosos de la pantalla actual. El execrable, lamentable y cansino... ¡MICHAEL, DE LOST!

(¡¡Ey nenita, siiiiiiiiiiii!!)

Michael Dawson (también conocido como "el negro porculero") es uno de los supervivientes (¡mierda!) de la sección central del vuelo 815 de Oceanic. Junto a su hijo, el raruno y mojado Walt, se dedica durante toda la primera temporada de la serie a dar porculo, y durante toda la segunda a matar personajes simpáticos y a gritar como un poseso, amén de desencajar sus mandíbulas a niveles sobrehumanos provocando así ataques de terror a los pobres telespectadores que observan atónitos a tal atroz fuerza de la naturaleza. En la tercera, afortunadamente, desaparece del mapa. Sólo para volver más tarde ante el pasmo general, disfrazándose a la menor ocasión de E.T.

(Estaré ahí mismoooo....)

Decimos que se trata de un personaje odioso, porque además de poseer (tanto en su versión original como en el doblaje español) un timbre de voz doloroso y desagradable, gusta de usarlo muy a menudo sacando de quicio a cualquier pobre presente. Su única labor en la serie, además de matar personajes mucho más interesantes, es putear a su pobre y mojado hijo para más tarde justificar todas sus acciones con la ya célebre frase: "¡¡TU NO ERES PADRE!!", capaz de decírsela hasta a un opusdeísta casado con una top model de anchas caderas y generoso sistema reproductor.

(No lo llamamos "mojado" por gusto)

Pero tras todo lo expuesto, no habría motivo suficiente para atribuir a Michael la categoría de odioso. Sin duda alguna, la causa principal de su odiabilidad (¿existe esa palabra?) es esa insoportable costumbre de gritar a voz en grito el nombre de su hijo continuamente, llegando a pasarse ¡¡TRES CAPÍTULOS!! sin tener otra labor en la serie que la de exclamar: "¡¡WAAAAAAAAAAAAAAAAALTTT!!" en bucle infinito, una vez y otra y otra, hasta que llegas a desear haber nacido sordo.

¡¡¡ODIOSO!!!