martes, 27 de mayo de 2008

El juego del ángel (o el autoplagio de un libro)

Soy un lector compulsivo, lo admito. Devoro todo lo que caiga en mis manos, pero soy una persona fiel a un principio básico: odio el término mainstream, para mi si algo es consumido por una gran cantidad de personas no significa que tenga que ser necesariamente malo. Es por ello que no puedo con los indies, los gafapastas y los demás especímenes "alejados de la masa". ¡Ojo! No me gusta el reguetón de los cojones, no me gusta Bisbal y no me gustan las tortillas de patatas. Pero hay algo que me suele gustar casi siempre: los best-sellers.


"Es cierto, me dijo que sólo me quería como amiga"

¿A qué viene esto? Pues que voy a hablar de uno de los best-sellers más esperados de los últimos tiempos, y no lo voy a hacer precisamente bien (tampoco mal, ojo). Se trata de El juego del ángel., el libro más reciente que he leído y con el que me he quedado con la misma sensación que después de ver La amenaza fantasma: ¡¡lo que consigue el dinero!! No destriparé argumentos, lo prometo. Pero eso si, voy a comparar a Carlos Ruíz Zafón con Stephen King, quien se sienta ofendido en alguna de las dos direcciones que la pele, creo que está bastante claro por donde quiero dirigir los tiros.

El juego del ángel

Yo entiendo a Carlos Ruíz Zafón, lo entiendo perfectamente. El tío se ha tirado cultivando un estilo mucho tiempo y una vez ha conseguido el éxito no va a cambiarlo así porque sí. También entiendo que quiera hacer una tetralogía en torno a su novela de mayor éxito: La sombra del viento, y también me entra la duda de que si Stephen King se puede repetir lo que le salga de la polla, ¿por qué no va a hacerlo el catalán? Pero es que me jode que en torno a unas premisas tan buenas como las de La sombra del viento, el señor Zafón se dedique a autoplagiarse: personajes, escenarios, conversaciones, tramas... Os prometo que llegué al punto de creer estar leyendo su novela anterior (con retazos de Marina, otra interesante obra del autor). El personaje principal (David Martín) es un plagio descarado y desarrollado del enigmatico Julián Carax, Cristina (posiblemente uno de los miembros principales de una obra más desaprovechado y plano del mundo) no es más que la cieguita de La sombra... ligeramente más estructurada, los policias son I-DÉN-TI-COS a los de la novela original. No falta el caballerete excéntrico, el entrañable librero... Que digo yo, que bien, que es normal que utilices lo que funciona... pero cavila un poco, hombre, cavila. No se para Zafón en el autoplagio con los personajes. Como ya decía antes la trama se basa en exactamente las mismas premisas y el mismo desarrollo, incluyendo interrogatorios del protagonista a otros miembros del elenco (que son más lineales y vacíos que la nombrada Cristina) y el genial Cementerio de los libros olvidados (uno de los mayores aciertos de Carlos Ruíz Zafón). Por otra parte, tenemos descripciones de Barcelona creadas a base de copy-taste y una marcada tendencia "Burtoniana" que asusta.


Aquí vemos a David Martín observando Barcelona

Y ya termino de sacar pegas. ¿Una recomendación? Leedlo. Es ligero, divertido, con buenas situaciones, conversaciones muy logradas y un estilo literario impecable (no entiendo porque se le achaca a Zafón falta de estilo, será el éxito que vuelve celosa a la gente). Sus defectos están muy marcados y no tardas en localizarlos y pasar de ellos. Me resulta muy triste que un escritor con tanto talento para narrar historias de suspense se haya quedado estancado en un modelo efectivo, efectista, plástico y convincente... pero repetitivo.

"Y la pesadilla comenzó en Maine/Barcelona..."


El frikikrítico puntúa: 6/10

4 comentarios:

  1. Deberías presentar o recomendar más libros sabes, buena forma de atraer a un lector (o debe decir guiar). Por cierto si quieres un intercambio de links déjame un comentario.

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  2. Blog de cine y libros, guay.

    Zafón ya comentó que su trilogía no tiene un orden, que se puede leer el 2o y después el primero. Yo aún no la he leído, aunque tampoco tengo muchas ganas(y otros libros pendientes)

    Sobre explotar el filón Zafón es un novato al lado de King, que por cierto de éste último estaba leyendo "el juego de Gerald" y no puedo pasar de la página 100... cosas que tiene el cobrar por palabras, que se hace cansino.

    S2

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  3. No he leído nada de Zafón (y de casi nadie, la verdad), pero parece que el tipo no ve mal hacerse "homenajes" a sí mismo pensando que se los merece, claro...

    Por cierto, no debería decir esto porque queda uno mal, pero aunque no leo libros sí leo muchas reseñas, comentarios y críticas de los mismos, que al menos me permite hacer como el que sé de que van los libros (u otros temas) famosos y del momento. Así se hace uno el interesante o al menos no queda como el que no se entera de na.

    No siempre funciona porque alguno puede creer que sabes más y te destapan... entonces tiras de tópicos como que estás esperando que saquen la película o que prefieres a García Márquez, cambiando de tema al momento.

    Estas cosas las hacemos todos, verdad? Pues eso.

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  4. El algunos casos no pongo en duda que mucho de los juegos de la epoca anterior al PC (comodore o spectrum 48k y +) eso, eso si que eran juegos, 20 minutos escuchando piiiiiiiiiiiiiiiiiiii pi!! piiiiiiiiiiiiiiiiiiii pi!! rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr y lo mejor cuando despues de tanto tiempo empezaban a darse de ostias para ser el mejor y ni seteocurra cambiar de juego por que no tenias tiempo para mas.
    Bueno nunca fueron grandes juegos como los que hay hoy en dia en las tiendas, pero te puedo asegurar que los momentos que hemos pasado delande del teclado pulsando botones para que no nos maten, no tiene nada que ver con los graficos de ese atari de 8 bits (y si los tenia) y los mando de juguete, cuantos habremos roto intentando que no nos manten, que al final acaban matandonos los padres por joder el mando).

    desde luego que las reliquias de un tiempo pasado son tesoros para el futuro.

    Saludos desde mi Imperio Gris.

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Sucios piratas dicen: